¿Cuál es la técnica de carrera adecuada?
Correr es una de las formas más fáciles y económicas de mejorar su salud general. La frecuencia cardíaca en reposo, la presión arterial y la composición corporal pueden verse afectadas positivamente al incorporar correr a su rutina de ejercicios.
Si bien todos sabemos correr, correr puede ser duro para el cuerpo si se hace con una técnica deficiente. El impacto de correr en los pies, tobillos, rodillas y caderas es 2,5 veces su peso corporal, mientras que el estrés y el impacto de caminar es la mitad. Cuando esta cantidad de fuerza se combina con una mala técnica, la lesión podría estar a sólo unos pasos de distancia.
Una buena técnica de carrera puede parecer ligeramente diferente según el tipo de cuerpo, pero existen algunas características comunes en la forma adecuada. Mantenga la espalda recta, mire hacia el horizonte, active su núcleo y mantenga los brazos relajados, balanceándose con un movimiento de adelante hacia atrás. Cuando das un paso, la punta o la parte media del pie debe tocar el suelo primero. Luego, lleve el talón hacia los glúteos y los isquiotibiales, levante la rodilla para llevar el pie hacia adelante y repita el ciclo, con la mitad del pie aterrizando en el suelo. Darás entre 1.800 y 2.000 pasos por cada milla que corras, por lo que correr con una buena técnica es imperativo para reducir el riesgo de lesiones.
Correr con una gran técnica es posible para todos siguiendo estos sencillos consejos:
- Da el paso correcto: Muchos corredores nuevos golpean el suelo primero con el talón, que es lo que hacemos cuando caminamos. La gran diferencia entre caminar y correr es la cantidad de impacto en las piernas, que es significativamente mayor al correr. Concéntrate en golpear primero el suelo con la punta del pie y luego con el talón. Esta técnica aprovecha la función de resorte del pie y evita el impacto directo en el talón.
- Mantenga sus pies en movimiento: Los pies rápidos aumentan la frecuencia de la zancada (cuántas veces los pies tocan el suelo por minuto) y reducen el impacto en las rodillas y las caderas. Una zancada larga suele ser más lenta y hace que el talón golpee primero, lo que actúa como un freno a la velocidad y puede provocar lesiones debido al aumento de fuerza sobre la espinilla.
- Apóyate en ello: Una ligera inclinación hacia adelante permite que el cuerpo genere impulso hacia adelante con cada paso. Correr erguido puede ser el resultado de flexores de la cadera tensos, isquiotibiales débiles o una combinación de ambos. Piensa en mantener los hombros sobre el pie que está en el suelo a medida que das cada paso.
- Manos y brazos: Mantener la parte superior del cuerpo relajada facilitará la respiración cuando se canse. Balancee el brazo desde el hombro, en lugar de cortar cebollas desde el codo. Mantenga los codos cerca de los costados de su cuerpo y muévalos de adelante hacia atrás en lugar de de lado a lado. Los hombros apretados reducen el rango de movimiento y limitarán el balanceo del brazo, lo cual es imperativo para avanzar y mantener el equilibrio.
- Calienta antes de correr: Un calentamiento adecuado puede ayudar a prevenir lesiones, reforzar la técnica adecuada y relajar los músculos tensos. Las rodillas altas son una excelente opción porque la frecuencia de los pasos es alta y el impulso de las rodillas es exagerado, lo que afloja las caderas y mejora las zancadas suaves y rápidas una vez que comienza la carrera. También puedes probar los movimientos con el talón (también conocidos como patadas a tope), que te ayudarán a finalizar tu zancada.
Correr con la técnica adecuada hará que tus carreras parezcan menos desafiantes, mejorará la velocidad y te ayudará a aumentar la distancia. Combinar tus carreras con entrenamiento de fuerza y movilidad a lo largo de la semana seguirá mejorando esos resultados. Utilice la amplia gama del VASA. plataforma cardiovascular, pesas libres, y césped para un programa de formación completo. Otras formas de entrenamiento cruzado incluyen clases de ciclismo, Clases STUDIO RED HIIT, nadar, y yoga.