Los beneficios mentales y físicos de la gratitud
Hace unos años, deportistas superestrella como Michael Phelps y Simone Biles comenzaron a defender el bienestar mental, y las conversaciones y los recursos sobre salud mental son más frecuentes que nunca. La clave para una gran vida es tener un cuerpo y una mente saludables. ¿Un punto de partida sencillo para mejorar la mente y el estado de ánimo? ¡Sé agradecido!
LA GRATITUD TE HACE FELIZ
Decirles a los demás cuánto significan para ti y cuánto los aprecias genera emociones positivas y sentimientos de placer y satisfacción. Los estudios muestran que las personas que expresan gratitud con frecuencia tienen una perspectiva más positiva de la vida, se sienten más amadas y tienen vínculos más fuertes con los demás.
También hay una base científica que lo respalda. “Expresar gratitud puede cambiar positivamente tu cerebro”, afirma la Dra. Kristin Francis, psiquiatra del Huntsman Mental Health Institute. “Aumenta la dopamina y la serotonina, los neurotransmisores del cerebro que mejoran tu estado de ánimo de inmediato, lo que te da esos sentimientos positivos de placer, felicidad y bienestar”.
Las investigaciones demuestran que cuando nos sentimos felices y confiados, las personas son más propensas a ser vulnerables con los demás, ofrecer apoyo y asistencia emocional y perdonar con mayor disposición. Ser agradecido es fácil y tiene un impacto positivo en las personas que nos rodean.
LA GRATITUD REDUCE EL ESTRÉS, LA ANSIEDAD Y LA DEPRESIÓN
Las personas que muestran gratitud y aprecio suelen tener niveles reducidos de cortisol, la hormona del estrés, una funcionalidad cardíaca más fuerte y son más resistentes a los reveses emocionales y las experiencias negativas, todo lo cual se traduce en la capacidad de manejar mejor el estrés.
“Cuando reconocemos las pequeñas cosas de la vida, podemos reprogramar nuestro cerebro para afrontar el presente con más conciencia y una percepción más amplia”, afirma Francis. “Al reducir el estrés, la gratitud reduce la depresión y la ansiedad. Llevar un diario de gratitud o verbalizarla constantemente puede ayudar a gestionar emociones negativas como la culpa y la vergüenza”.
LA GRATITUD MEJORA LA SALUD FÍSICA
Las personas agradecidas tienden a ser más saludables que las que no lo son. Cuando se practica la gratitud, se libera la hormona oxitocina, que dilata los vasos sanguíneos, reduce la presión arterial y la inflamación y protege el corazón. Además, la oxitocina nos ayuda a sentirnos más conectados con los demás y, cuando tenemos redes comunitarias sólidas, vivimos vidas más largas y saludables. Los estudios también muestran que las personas agradecidas comen de manera más saludable y hacen ejercicio con más frecuencia, lo que genera mayores niveles de energía, mejor sueño y un sistema inmunológico más fuerte. Y es menos probable que abusen de las drogas o el alcohol.
FORMAS SENCILLAS Y FÁCILES DE COMENZAR A PRACTICAR LA GRATITUD
Hay formas sencillas y fáciles de incorporar la gratitud a tus rutinas diarias o semanales:
- Escribe una carta de agradecimiento: ni siquiera tienes que enviarla, simplemente ponla en papel y reconoce cómo alguien te ayudó.
- Diario de gratitud: hay numerosos diarios económicos que puedes comprar con indicaciones y preguntas para ayudarte a guiar tus pensamientos.
- Medita: dedica unos minutos al final de cada día a elegir tres cosas por las que estás agradecido.
- Pequeños actos de bondad: haz algo bueno por un amigo o un extraño y verás cómo alegras su día (¡y el tuyo!).