Seis formas de reducir el estrés navideño
La mayoría de nosotros hemos pasado por eso: planeamos que sea nuestra mejor temporada navideña hasta ahora, pero una semana después, estamos cansados y estresados por tanto correr, esperar en las filas, esquivar multitudes y lidiar con el drama familiar. Para afrontar la ansiedad, empezamos a excedernos, pero eso afecta negativamente el sueño y el ciclo del estrés se dispara. ¿Cómo nos ocupamos? Siga estos siguientes seis pasos y disfrute de las fiestas navideñas para despertarse el 1 de enero con una perspectiva fresca y positiva.
Llamar a un amigo. "¿Cómo estás?" Y como un reflejo, la mayoría de nosotros decimos algo como: "¡Soy genial!" o "¡Está bien!" En realidad, estamos completamente abrumados. Y en estos días, las preocupaciones por la salud ejercen una presión adicional sobre las reuniones navideñas. No es necesario que lo grites a los cuatro vientos, pero está bien confiarle a un amigo o familiar tu estado emocional. Y, si realmente te sientes bien, difunde tu alegría y busca a alguien más que pueda necesitarlo (¡gracias, impulso de endorfinas!).
Siga (algunas) rutinas saludables. Lo que buscamos es divertirnos y las vacaciones deben ser momentos de brindis, amistad, cenas familiares y horas felices con colegas. Disfrute de sus fiestas y obligaciones, pero tómese el tiempo para asistir a su clase de yoga favorita o seguir con su rutina nutricional matutina. Y la hidratación es clave.
Dar recibir. ¿Una de las formas más satisfactorias de celebrar las fiestas? Retribuyendo a su comunidad (y no sólo con certificados de regalo). Participe en una colecta de alimentos, sea voluntario en una cocina u hospital local o haga una donación para una colecta de regalos para niños. El estrés queda a un lado cuando ayudas a otros menos afortunados que tú.
Regalo de Gratitud. Cuando la sensación de abrumador se acelere, simplemente recuérdese por qué está agradecido. Puede ser tan simple como tener el sol en la cara o sentirse feliz de que un amigo esté sano y próspero. Considere la gratitud como el antídoto contra la ansiedad y el estrés.
Ponga los frenos. ¿Quién dice que hay que asistir a todas las fiestas o días festivos? Tómate un respiro y tómate un tiempo para ti. Piérdete en un libro, disfruta de tu podcast favorito o abandona una fiesta navideña para ver una película cursi y pasar un rato en el sofá. Desacelerar no es un signo de debilidad. Más bien, ¡es tu forma de celebrarte!
Ponte a sudar. No es ninguna sorpresa aquí. En VASA, creemos que el movimiento y el fitness son los pilares de una vida plena. Así que incluso en esas mañanas de diciembre, cuando la motivación para moverse es más difícil de lo normal, hazlo de todos modos. Nunca te arrepentirás de hacer ejercicio y después te lo agradecerás a ti mismo. ¡Felices vacaciones sin estrés!
